
A los 40 años sus uñas se tornan curvas y débiles, lo que le hace casi imposible atrapar las presas de las que se alimenta. Su pico, alargado y punteaguado, también se curva. El plumaje de sus alas se ha hecho pesado, ha envejecido. Volar es ahora muy difícil.
En ese momento tiene dos alternativas: Aceptar la muerte, o asumir un complicado proceso de renovación que tomará 150 largos días.
En caso de que escoja la segunda alternativa deberá usar todas sus fuerzas para volar a la montaña más alta que encuentre, y posarse en un peñasco donde esté segura y no necesite volar.
Vencido el primer desafío, empieza a golpear el pico contra las rocas hasta conseguir arrancarlo por completo. Después de tan dolorosa prueba, espera pacientemente a que el pico renazca, pues con ese pico debe arrancar sus uñas y las plumas de sus alas.

P.D. Gracias a Néstor y su Club de la Cábala, que fue donde aprendí esta linda historia. (http://cabalaclub.blogspot.com/2009/04/la-renovacion-del-aguila.html)