“Debe tenderse de espaldas. Replegar las piernas de tal manera que los talones se acerquen a las nalgas, abrir al máximo las rodillas y tratar de respirar profundamente concentrándose al mismo tiempo en la nariz y en la vagina. Usando su imaginación debe sentir que aspira aire al mismo tiempo por la nariz y por la vagina. Poco a poco debe hacer descender su sensación hacia su sexo hasta imaginar que está respirando casi exclusivamente por la vagina.
Este ejercicio le dará confianza en sí misma, se sentirá propietaria del aire, podrá enfrentarse a los hombres sin ningún temor a ser invadida o humillada”
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